Determinamos la capacidad de los conductores para transmitir energía con eficiencia, minimizando las pérdidas.
Evaluamos la integridad del aislamiento de los conductores
para prevenir fallas
y garantizar la seguridad operativa.
Verificamos la capacidad de los conductores para soportar tensiones elevadas sin deteriorarse.
Detectamos posibles puntos de falla en los conductores antes de que se conviertan en problemas mayores.
Mide la calidad del aislamiento eléctrico, determinando su estado y capacidad de resistir la degradación.
Evalúa la resistencia del aislamiento sometiéndolo a alta tensión para detectar posibles fallas.
Miden la fuga de corriente a través del aislamiento, indicando posibles defectos o degradación en los materiales.
Verifica la eficacia del aislamiento para prevenir corrientes no deseadas, asegurando la integridad eléctrica.